Fue una mañana de sábado, de fecha 04/08/2012, con clima templado, ultimo día de trabajo, una semana que terminaba con mucho que hacer.
En medio de los cálculos matemáticos que me servirían para pagar una planilla de sueldos atendí a unos clientes, fue una charla emotiva pues el trabajo que yo había ofrecido superaba las expectativas de tan exigentes gustos, en medio de la algarabía por recibir tal felicitación sentí un fuerte mareo, la charla se extendió y el mareo iba en aumento. Después de tan amena platica pude despedir a los clientes e inmediatamente subí a la que hoy es mi oficina y le dije a Herson totalmente convencida: -¡Estoy embarazada!-, al escucharme tan convencida dijo -No me ilusiones- pues ya habíamos pasado por tres pruebas negativas y el sentimiento de desilusión por la misma. A esto respondí -Estoy realmente mareada y en mí no es normal-, rápidamente fui a la farmacia, compre una prueba casera y el resultado fue "positivo". Al verlo busque el laboratorio clínico mas cercano y afortunadamente aún estaba a tiempo de hacerme una prueba de sangre y por si fuera poco esperar el resultado.
Con una ansias nos trasladamos al laboratorio, me extrajeron sangre y media hora más tarde, el resultado:
"Prueba de embarazo en sangre: Positivo" .
Saltamos de alegría, algo que habíamos estado esperando tanto era una realidad, no era la primera vez que recibíamos una noticia así pero si era la primera vez que lo íbamos a gritar al mundo en ese mismo instante, el teléfono no alcanzaba para llamarles a todos y darles la buena noticia.
Había algo mas, no solo era el hecho te tener un bebe, era el de darle un hermanito a mi Lucía, decírselo a ella fue un punto especial, en ese momento empecé a responderme a mi misma aquellas preguntas que tanto me hacia cuando mi Lucía aun era una bebé ¿Podría yo amar de igual forma a otro hijo?, ¿Sería capaz de dividir tiempo, atención y espacio en dos pequeños?.
Ese día empecé no a dividir todo lo que era de y para mi Lucia sino a multiplicarlo. Reconozco que sentí cierto temor de no poder transmitirle a mi Lucia eso que yo sentía, el temor era no poder hacerle entender que nadie la estaba desplazando y surgieron nuevas preguntas, ¿Esta vez sera niño?, ¿Y si es otra niña?, ¿Cómo le haré para amar a otra niña sin que mi Lucía se sienta traicionada? y la que más me inquietaba ¿Qué se sentirá ser mamá de un niño?.
El día que me hice el ultrasonido 3D y nos confirmaron que era niño saltamos de alegría una vez mas, esta vez fue porque el sueño de Herson de tener un hijo varón se había hecho realidad, por mi parte fue porque nuevas ilusiones despertaron.
Hoy mi Guapo tiene cinco meses y puedo decir que sí el solo hecho de ser mama ya es una gran bendición tener un hijo varón es algo realmente maravilloso. Lo veo y en su mirada encuentro un caballero, un hombre de valor, el sacerdote de una casa y tener en mis manos la responsabilidad de formarlo es algo para lo que no hay palabras al momento de dar gracias al Padre.
Hoy por hoy no estoy planeando un nuevo embarazo, si en un futuro por voluntad de Dios recibimos una nueva bendición sé sin duda que la multiplicación de amor vendrá junto con la noticia.
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