domingo, 1 de octubre de 2023

La Niña Que Llevo Dentro

 


"Todas las personas mayores han sido primero niños (aunque muy pocas lo recuerden)." -Antoine de Saint Exupéry- 

 

Mi esposo tiene 41 años de edad biológica pero en su alma habita un joven veinteañero y en su corazón un niño travieso de 5 años y puedo decir con toda certeza que es la persona más feliz que conozco y uno de mis deseos para él y para los que lo rodeamos es que esa esencia que lo caracteriza prevalezca ante el paso de los años, él es de las pocas personas a las que se refiere en su cita el escritor.  

Por otra parte estoy yo, que desde que tengo memoria quise aprender muchas cosas y crecer para aprender aun más, recuerdo que siempre estaba deseando pasar al siguiente grado en la escuela, anhelaba ser grande, no sabía lo que pedía. Me hice adolescente y luego fui una joven calmada y sí, llegué a ser la adulta que había olvidado que un día fui niña, "me amargué". 

Mi infancia fue en los años noventa, una época muy sana, aun podíamos ir a la tienda de la esquina tranquilamente, los juegos callejeros eran la diversión de todas las tardes y qué decir de la música, los mejores recuerdos de mi infancia incluyen una buena canción. 

Recuerdo que fui una niña bien portada, obediente, estudiosa, dedicada y delicada, con mucha curiosidad pero muy tímida y como todo niño con muchas ilusiones y temores.

Con la llegada de mis hijos me volví a ver a mi misma siendo niña. Contemplarlos y escucharlos me hizo recordar que parte de sus acciones, sus gustos, su inocencia, sus gracias son exactamente igual a lo que yo fui de niña. 

Tener tres niños en mi vida me ha hecho entender que aunque los años han pasado y por mucho que he crecido hay cosas que es mejor manejarlas como si siguiera siendo una niña,  he comprendido que no hay corazón  más sano y puro que el de un niño y que nada nos puede acercar tanto a Dios que tener el corazón como de niño y creerle a Él con la misma ilusión y emoción de un niño que cree en su padre. 

Hoy en día soy una mujer de 37 años que se siente orgullosa no solo de la niña que fue, sino de la niña que aun lleva dentro; esa niña que aun tiene muchas ilusiones y temores, la niña que llevo que dentro aun se emociona con crayones de colores y fiestas de cumpleaños; la niña que llevo dentro aun se impacienta por ver a sus papá y platicarle a su mamá todas sus aventuras; la niña que llevo dentro aun se asusta si algo pudiera pasarle a sus hermanitos; la niña que llevo dentro aun gusta de aprender cosas nuevas y conocer lugares lindos a la niña que llevo dentro aun le gusta cantar rondas, la niña que llevo aun se equivoca; la niña que llevo dentro sigue siendo muy curiosa y observadora; la niña que llevo dentro sigue siendo tímida; a la niña que llevo dentro aun le gusta saltar la cuerda. 

La niña que llevo dentro es muy feliz y esa niña feliz es la que le da mucha vida a la mujer adulta en la que me convertí.